Portada del Newsletter Nº10
Equipo de editores de “La Opinión Independiente”.

El comienzo del cuarto y penúltimo año del gobierno de Coalición Republicana (CR) encuentra al Partido Independiente trabajando duro en las responsabilidades que le fueron asignadas e impulsando los compromisos asumidos con el Compromiso con el País, o sea con lo prometido a los electores del balotaje de noviembre de 2019. En el camino aparecen dificultades previstas y de las otras, llegan pandemias, sequías, guerras que inciden sobre los precios de todo lo que nuestro país exporta e importa. Insertado entre dos países grandes y que pisan fuerte en el contexto regional, este país de tres millones y algo de habitantes siempre ha sido vulnerable a los vaivenes del contexto internacional. Vulnerable no es necesariamente negativo, siempre que logre ir construyendo las herramientas que le permitan crecer con equidad, crecer con desarrollo humano.

En el corto periodo de tres años donde una pandemia mundial nos golpeó casi sin avisar (recordemos que un mes antes de asumir este gobierno, el anterior donó insumos necesarios para la lucha sin percibir la tragedia que se avecinaba), varias reformas imprescindibles tomaron fuerte impulso. Todas comprometidas en su intención y fundamentos a la ciudadanía. Por ejemplo, la reforma educativa. La actual oposición reconoció no poder avanzar, quiso pero al poco tiempo se bajó y se volvió a acomodar a una realidad que termina perjudicando a la población menos favorecida. Nuestro colaborador Javier Lasida en su nota Fugas hacia adelante nos cuenta curiosidades en el posicionamiento de quienes están en contra, o mejor dicho de quienes siempre se supo que iban a estar en contra de cualquier cambio relevante en el status que de la Educación.

Nadie honestamente puede dudar del trayecto que ha recorrido la CR en lo que se refiere a encarar la creciente insuficiencia de recursos del sistema de pensiones y jubilaciones que tiene el país. Asunto complejo y delicado si los hay. Se termina presentando un proyecto debatido por todos los partidos políticos, sociedad civil representada por sindicatos, empresarios y todos aquellos que quisieron presentar aportes, críticas, enmiendas a lo largo de más de dos años de estudios.

Con valentía y responsabilidad cívica a la altura de sus definiciones, la CR da este paso que no tiene incidencia alguna en el corto plazo para no afectar intereses ni expectativas de los ciudadanos que están cerca o relativamente cerca de alcanzar los requisitos actuales del retiro. El Partido Independiente aportó el concepto de jubilación solidaria, un fondo que eleva las jubilaciones más bajas a un mínimo que acerque estos ingresos a las necesidades de la gente que, por una razón u otra, no tienen jubilaciones de sobrevivencia. El FA muestra en bloque su voluntad de rechazar la reforma, dado el tipo de oposición que realiza era evidente que estaban en contra antes de recibir el primer documento. Seguramente, si tienen la oportunidad, la reforma del FA bajará la edad de jubilación a 55 años y las elevará. Y todo de golpe, no sea cosa que haya que esperar veinte años para verle el resultado a tan nobles decisiones.

La nota de Pablo Mieres es un compendio detallado y claramente explicativo de los contenidos, objetivos y fundamentos del proyecto que está actualmente en la Cámara de Diputados, aguardando aprobación para fines de este mes de marzo. Frente a las dudas de varios, Pablo Mieres se ha puesto la reforma al hombro y la explica con paciencia franciscana, rebatiendo argumento por argumento, fundamentando el origen de cada decisión. Y lo hace luego de sentarse horas a negociar y conversar con todas las partes, con los que están a favor y en contra. Llama la atención en un clima de intolerancia creciente, donde el intercambio más usual es agresivo y superficial. Donde en lugar de debatir ideas para convencer se busca destruir al adversario. Y entonces conversar con el que piensa distinto se va haciendo cada vez más difícil. O imposible.

José Rilla en su nota “Vení, charlemos” insiste con la necesidad de luchar por regresar a un clima de diálogo, alertado por los meses recientes donde la intolerancia y agresividad se han instalado peligrosamente. Y afirma convencido que este Partido -de gobierno, de coalición, de centroizquierda- tiene una responsabilidad pesada que necesita multiplicar socios y saltar fronteras, la de recuperar la conversación para la política. ¿Quién si no?

Hebert Gatto nos aporta la mirada histórica que se refleja en los hechos de hoy, en la política de hoy, en partidos y sindicatos de hoy. Reflexiona sobre el capitalismo y sus falencias, buscando contraponerlo a un modelo alternativo que no existe. Nos queda la defensa de la democracia como estilo de convivencia, posible si logra reducir las diferencias económicas en el plano social, procurando potenciar los motores del desarrollo sin anteponer el vano clamor por utopías irrealizables y vacías de todo contenido teórico.

Dos de nuestros colaboradores aportan su mirada sobre la guerra de Ucrania. A un año de la invasión de Putin, la guerra parece lejos de terminarse. Las voces de condena en Occidente son tan mayoritarias como no exclusivas, lo que no sorprende en países y sociedades acostumbradas al ejercicio de la libertad de pensamiento y de expresión. Luis Nieto y Gonzalo Pérez del Castillo escriben desde ángulos distintos, no necesariamente opuestos. Ambas notas ayudan a comprender, objetivo nada sencillo cuando se parte de informaciones parciales, interesadas, o sencillamente mentirosas. O de datos parciales, de enfoques convenientes para una postura o la otra.

Álvaro Ramos analiza en profundidad cómo la CR y en particular el presidente de la Republica ha encarado la política internacional, sus fortalezas y debilidades. Si bien uno desearía que en política internacional fuésemos internamente un solo bloque y reafirmáramos una política de Estado, lo cierto es que nuestros gobiernos han reservado para si las decisiones de política -las más estratégicas-, con el consiguiente pataleo de la otra mitad del espectro político. Lo importante de todas maneras es reconocer la relevancia de la inserción internacional del país. Como dice el articulista, resolver lo mejor posible el espacio global en el cual Uruguay debe defender sus intereses.  Que no son otros que el trabajo y la prosperidad de todos los uruguayos. Se ha destacado el rol activo del presidente Lacalle Pou. Para apoyarlo y para criticarlo. Nada diferente sucedió en gobiernos anteriores. Hubo espacios de conversación y acuerdo en los gobiernos frentistas, pero la materia internacional fue firmemente excluida porque se quería resolver sin interferencias de la entonces oposición.

Luego de tres años de oposición sistemática y permanente a todo lo que hace el gobierno, evitando todo lo que le molesta (la pandemia jamás es mencionada por el Frente Amplio, nunca existió) y repitiendo información parcial o sesgada, aun así, las encuestas están lejos de dar por derrumbado al presidente. El show de Astesiano se va acabando, aunque la oposición seguirá machacando sobre un caso originado en un error del presidente, pero que al día de hoy tiene un solo procesado político, y es del Frente Amplio. Repiten qué hay corrupción en la Torre Ejecutiva, buscando encastrar al presidente, pero no lo han logrado. Nadie con raciocinio les advierte que corrupción es lo que había y grande para que dos de los delincuentes de mayor peligro a nivel mundial, presos en Uruguay, gozaban de una vida palaciega en plena Cárcel Central, bajo la responsabilidad del Frente Amplio. Y uno se escapó caminando por la puerta, con las cámaras de seguridad apagadas. Nadie ha escuchado a dirigente alguno del FA asumiendo sus responsabilidades.

Lo último es que golpean al Poder Judicial y a la Fiscalía cuando las cosas no van como ellos quieren. Y si los números no dan, ponen otros. Es la política con la que debemos lidiar. No renunciemos al dialogo, buscando conversar, como dice Rilla. Este Partido siente que tiene esa misión. Parece difícil. Pero está lanzado a eso, con la permanente actitud de Pablo Mieres como estandarte.

¡Hasta la próxima!