Carlos Larraya. Portada Columna Opinión
Escribe: Carlos Larraya. Desde tiempos remotos, fundador de la Federación Uruguaya de la Salud (CNT FUS), Frente del Pueblo, FA, Nuevo Espacio y Partido Independiente.

Las reformas de la previsión social y la educativa junto a la LUC son banderas lanzadas por la CR en el Compromiso por el País desde noviembre de 2019. Por lo tanto, partes de un plan de gobierno conocido por todos.

El día antes de ser declarada la pandemia por la manifestación del covid-19 ya los muchachos de La Máquina del NO se encargaron de dejarnos ver hasta donde llegaba su «compromiso con este mismo país». Transcurrían 12 días de gobierno….

No hay que dejar por el camino el referéndum (popularmente conocido como Mentirendum) al que le adjudicaron toda la maldad del mundo conocido y que por supuesto la soberanía popular estableció con claridad su vigencia. Allí estaban muy concretamente las reformas de la previsión social y enseñanza de lo que puede inferirse con razón que tuvieron ese respaldo popular.

Al presente nos encontramos con un continuo machacar contra alumnos y padres para impedir la reforma educativa sin ninguna alternativa ni justificación de tamaña aventura contra el futuro del país y su gente. Algo tan similar a lo acontecido con el proceso del Profesor Germán Rama hace casi 30 años y que hace muy poco tiempo el tupamaro Mujica reconoció haber sido un grave error por la bondad y consistencia de la misma donde se realizara «la madre de las reformas'» en las escuelas de tiempo completo y la formación de docentes de segunda enseñanza en el interior del país.

Y al día de hoy nos encontramos con una total y absoluta estafa al país revestida de «progresismo» en la forma de impulsar un plebiscito para reformar la Constitución y por esa vía «cristalizar la previsión social » hasta que el mundo exista y así impedir cualquier intento de enlazar el asunto al calor de un futuro que, precisamente, se muestra como extremadamente cambiante y por eso mismo necesitado de correcciones para mantener su capacidad y vigencia.

Se dicen barbaridades para tentar negar las verdaderas motivaciones de esta brutal agresión al país todo. No es mas que la incapacidad para atacar una reforma creada y pensada para darle futuro a un sistema ya gravemente desfinanciado mas aun avizorando el resultado de un Censo que es otra razón mas para afirmar lo bueno de esta reforma.

La Máquina del NO pues tiene la obligación de exponer sus reales intenciones y no presentar ninguna alternativa a lo aprobado por la CR anunciado en su programa de gobierno y realizado en su ejercicio. La pregunta que queda sin respuesta es «Sera que estas reformas son tan buenas que no tienen alternativa valida para oponerse?». La Máquina del NO, el nuevo nombre de la oposición al país todo, empezando por los mas jóvenes e indefensos, tiene que decir algo serio y real. Si no lo hace quedara claro quienes gobiernan para el presente y futuro y quienes intentan regresar a las cavernas.