Escribe: Pablo Mieres. Ministro de Trabajo y Seguridad Social.
Nuestro Partido Independiente festeja hoy 20 años con la alegría de sentir que a lo largo de ese tiempo ha cumplido con su misión fundamental: trabajar para el bien de todos los uruguayos, particularmente los más débiles y vulnerables.
Aquella frase de que para los independientes primero está el país ha sido nuestro norte en las decisiones que, a lo largo del tiempo, hemos tomado en cada circunstancia.
Desde aquel 2002, año en que nacimos, cuando nuestros votos estuvieron, sin medir costos ni cálculos menores, para acompañar la salida de la tremenda crisis financiera, económica y social que golpeó tan duramente al país. Pasando por la visión de futuro que en 2003 hizo posible la aprobación del Convenio con Finlandia que abrió la puerta a un componente fundamental del desarrollo y crecimiento productivo de nuestro país.
Fuimos enérgicos cuando impulsamos la investigación de hechos que afectaron la transparencia y el uso de recursos públicos, al impulsar la investigación de los negocios de la Corporación Nacional para el Desarrollo de los años noventa.
Fuimos sensibles cuando propusimos la creación de un Ministerio de Desarrollo Social para impulsar las políticas sociales.
Fuimos responsables al interpelar al Ministro de Economía de la época en 2006 por una reforma tributaria que no nos pareció equitativa.
Fuimos responsables cuando acompañamos el Presupuesto Nacional en 2010, a pesar de que éramos un partido de oposición.
Fuimos constructivos cuando participamos de los acuerdos que permitieron el desarrollo de una política energética que hoy nos ubica como un país con un parque energético ambientalmente sostenible.
Fuimos proactivos cuando en 2016 promovimos un diálogo para intentar construir acuerdos en materia de seguridad ciudadana.
Fuimos firmes y enérgicos al participar en la investigación de la gestión de ANCAP que permitió identificar una catástrofe de gestión con despilfarro que le salió al país 800 millones de dólares.
Fuimos, también, firmes al interpelar al gobierno anterior por la opacidad e irregularidades en la construcción del ANTEL ARENA.
En definitiva, desde nuestro rol parlamentario cumplimos sobradamente con nuestra misión de representar a los ciudadanos, controlar la gestión de gobierno y proponer iniciativas para mejorar la vida de los uruguayos.
Y cuando entendimos que era importante para nuestro país que se produjera un cambio, tuvimos el coraje de adoptar el camino del acuerdo para cogobernar, nuevamente sin medir costos, simplemente porque compartimos la necesidad y los contenidos de un cambio.
En estos últimos tres años nuestro Partido Independiente ingresó en otra etapa de su historia.
Asumimos responsabilidades de cogobierno y, desde entonces, hemos demostrado a los uruguayos que no sólo ejercimos nuestra responsabilidad desde la oposición, sino que estamos preparados para gobernar y gestionar las políticas públicas.
En efecto, en estos tres años formamos parte de una coalición de gobierno porque el programa que suscribimos incluye el compromiso de avanzar en las transformaciones que los independientes creemos indispensables para el mejor futuro del país.
Transformar la educación que es la reforma más importante para nuestro país porque de ella depende el futuro de nuestros niños, niñas y adolescentes más débiles y vulnerables porque el sistema educativo actual los deja por el camino y los excluye.
Reformar la seguridad social porque implica gobernar con responsabilidad para garantizar la sostenibilidad del sistema previsional pensando en las futuras generaciones con una respuesta de equidad e integralidad.
Abrir el país al mundo para que nuestro país crezca y genere más oportunidades de empleo para todos los uruguayos.
Avanzar en la reforma de la gestión pública para que el Estado se convierta en un verdadero instrumento al servicio de los ciudadanos, construyendo un marco de normas garantistas, objetivas y que promuevan la eficiencia y la equidad.
Recuperar el impacto que sobre el salario y el empleo ha tenido una pandemia que afectó fuertemente al mundo del trabajo.
En estos tres años, demostramos en cada espacio de gobierno en el que a algún compañero independiente le ha tocado actuar, que estábamos prontos para asumir responsabilidades para la construcción de un país mejor.
Hemos actuado con sensibilidad, responsabilidad, idoneidad y transparencia.
En el Parlamento nuevamente, igual que en los 17 años anteriores, defendiendo nuestras posiciones con solvencia y responsabilidad, acompañando la gestión de este gobierno.
En el manejo y la solución de los conflictos laborales, en la política de empleo, en la política de capacitación laboral, en el desarrollo de los derechos y protección de los trabajadores.
En el avance de la equidad de género y la agenda de derechos. En la defensa de una concepción moderna frente a la realidad de las adicciones, sin caer en facilismos represivos y reivindicando el valor de la libertad y la búsqueda de salidas efectivas.
En la construcción de un Estado al servicio de los ciudadanos. En el desarrollo del cooperativismo. En la transformación de la educación. En la política exterior, defendiendo y gestionando los espacios binacionales del litoral. En la gestión de los medios públicos con una mirada moderna, plural y profundamente respetuosa de la libertad de expresión.
En definitiva, hemos demostrado que el Partido Independiente estaba pronto para asumir las mayores responsabilidades con capacidad y resultados. Un Partido preparado para seguir aportando. Un Partido que volverá a someter su gestión al veredicto ciudadano en 2024 para seguir avanzando en los cambios que nuestro país necesita. Porque, como siempre hemos sostenido, para el Partido Independiente primero está el país.