Rosario Fagúndez. Portada Columna Opinión

Escribe: Rosario Fagúndez. Integrante de la Mesa Ejecutiva Nacional del PI, de la Mesa Ejecutiva Departamental de Canelones y de la comisión de Mujeres del Partido Independiente.

Vamos por buen camino, este gobierno ha procurado poner la casa en orden y con tres reformas impostergables lo viene logrando.

La más importante quizás, la reforma educativa, tan resistida por la oposición, sigue realizándose y los cambios haciéndose en forma paulatina. Sin prisa pero sin pausa, procurando por todos los medios que nuestros jóvenes no abandonen los estudios y que las brechas entre quienes acceden a una institución privada y los que se educan en los institutos públicos se reduzca al mínimo posible.

La mucha veces postergada reforma del Estado, aun enfrentado numerosas trabas sigue adelante, y apostamos a que los efectos comiencen a verse en nuestras empresas públicas, ministerios, etcétera.

Muy de cerca nos ha tocado la reforma del sistema previsional, ya que nuestro líder el ministro Pablo Mieres ha sido el principal escudero en asegurarle la justa jubilación a las generaciones venideras, en una lucha donde los molinos de viento tenían las banderas del FA y del Pitcnt.

Tres reformas, que como le gusta decir a nuestro presidente Luis Lacalle Pou, demuestran que gobernamos con «luces largas», no para que nos vuelvan a votar, sino para asegurarle a nuestra gente, a todos los uruguayos, un porvenir más venturoso y más justo socialmente.

Pero nos queda en el debe, porque no sería sensato decir que está todo hecho, la imperiosa reforma del sistema carcelario. Y nuestro partido, que asegura que el barco de la coalición no escore a la derecha, debe seguir insistiendo en este punto. Con 4 de cada 1000 uruguayos presos, ocupamos el primer lugar de América y el 12 en el mundo en porcentaje de población privada de libertad.

Tenemos la obligación de incidir en forma positiva y recuperar a esos uruguayos para la vida en sociedad. Imperiosamente debemos separar el Sistema Penitenciario del Ministerio del Interior para permitir una mejora de las dos instituciones. Sin cambios sustanciales, sin dignidad, con hacinamiento y sin presupuesto las buenas intenciones quedan en sólo eso, intenciones. Cuota aparte es trabajar para que la ciudadanía conozca el tema, y pueda razonar que si queremos mejorar la reincidencia y por ende abatir los índices de delincuencia, tenemos que trabajar fuertemente en cárceles.

«Si quieres conocer una sociedad, visita sus cárceles»

Fiodor Dostoyevski